El estudio navarro Varquitectos ha proyectado y dirigido las obras del edificio residencial Passivhaus (consumo energético casi nulo) más alto del mundo. Se trata de la primera de las dos Torres de Bolueta, un edificio de 28 plantas situado en Bilbao que alberga 171 viviendas de protección oficial, y que se ha certificado según el estándar Passivhaus, el más exigente del mercado en cuanto a eficiencia energética. La torre mide 88 metros. Hasta ahora el edificio más alto del mundo de estas características era una residencia de estudiantes en Nueva York, Cornell Residential, con 26 plantas y 82 metros.
Este 9 de marzo, nuestros colegiados los arquitectos pamploneses German Velázquez y Sara Velázquez, socios de Varquitectos, recibieron en Munich el galardón de manos de Wolfang Fëist, director del prestigioso instituto alemán Passivhaus, durante el acto de clausura de la conferencia internacional Passiv haus, que contó con más de un millar de asistentes.
El estudio VArquitectos lo forman nuestros colegiados German Velázquez Arteaga, Sara Velázquez Arizmendi, German Velázquez Arizmendi y Silvia Mingarro Cuartero.
La segunda torre de Bolueta está en fase de construcción, con 21 plantas y 190 viviendas. Las dos torres se encuentran en el barrio del mismo nombre, al sur de Bilbao, ocupando la parcela RE1A1 y REA2 del Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de Bolueta. Su construcción corresponde a la empresa vasca Sukia y la promoción a VISESA, sociedad pública de Vivienda del Gobierno Vasco.
El estudio Varquitectos, especializado en este tipo de edificios, también ha sido autor del primer edificio residencial colectivo Passivhaus o primer bloque de viviendas de consumo energético casi nulo levantado en España, que se encuentra en Pamplona. Se trata del edificio Thermos, en el barrio pamplonés del Soto de Lezkairu, que alberga 29 viviendas en 6 alturas más ático, y que fue certificado como tal en julio de 2017.
Un galardón que acredita al edificio
El proceso que se sigue para un edificio de tamaño medio-grande es el siguiente: Desde su inicio se cuenta con diseñadores Passivhaus (en este caso, Germán Velázquez y Sara Velázquez) que proyectan las medidas necesarias. Un certificador y el Passivhaus Institut las verifican, pero el certificado sólo se entrega cuando el edificio está terminado y se ha podido comprobar que cumple con todos los requisitos.
Este es el certificado que Varquitectos acaba de recoger, dado que el edificio está recién terminado y que el Passivhaus Institut ha verificado que todos los datos de aislamiento, hermeticidad, renovación de aire, pérdidas de calor por conductos, etc. cumplen con los requisitos necesarios.
(Autor fotografías Bolueta: Germán Velázquez Arizmendi)
Sara Velázquez: “El camino de la sostenibilidad no tiene vuelta atrás”
Las nuevas viviendas de Bolueta que ahorran más de un 75% de calefacción respecto a una convencional, van incluso por delante de la futura normativa sobre edificios de consumo casi nulo, que entrará en vigor en 2019.
En palabras de Sara Velázquez, “el camino de la sostenibilidad no tiene vuelta atrás. Cada proyecto es un nuevo reto, en el que intentamos hacer un edificio más eficiente y sostenible que los anteriores. Así hasta que lleguemos al edificio para nosotros perfecto, aquel que sea autosuficiente, que no genere residuos y que no le quite a la naturaleza nada que no le pueda devolver”.
Los edificios con certificado Passivhaus requieren que su demanda de calefacción sea inferior a 15kWh/m2 año, y que su carga de calefacción sea de 10 Watios por metro cuadrado. Es decir, que para una vivienda de 75 metros cuadrados bastaría con una carga de calefacción de 750 watios, o dicho de otro modo, que para calentar dos viviendas bastaría con utilizar un secador de pelo.
En el Certificado de Eficiencia Energética, el consumo de energía viene expresado en kWh/m2 año (kilo watios hora metro cuadrado útil año) para saber cuánto gastamos en calefacción, en agua caliente y en refrigerar nuestra vivienda.
En la actualidad, este estudio navarro está desarrollando otros proyectos de consumo casi nulo, como el Centro de Salud de Lodosa, ya en construcción, así como otros de tipo residencial y de rehabilitac
El galardón del instituto alemán Passivhaus
La primera vivienda Passivhaus se construye en Darmstadt en 1990 por Wolfang Feist, físico de formación. A partir de ahí, el estándar se extiende rápidamente por Alemania y Austria, debido a su alta eficiencia energética y a que es relativamente fácil de implementar con los materiales y conocimientos adecuados. Se basa en colocar un gran aislamiento térmico que limite casi por completo las pérdidas, unas carpinterías y vidrios mejorados, alta hermeticidad al aire y ventilación con recuperación de calor.
Todo ello permite que las ganancias solares que en un edificio ordinario se pierden por las infiltraciones o el poco aislamiento aquí cuenten para el calentamiento, ahorrando calefacción. Se trata de sencillas leyes de la física aplicadas a la construcción, que se han demostrado eficaces pues hay más de dos mil construcciones Passivhaus monitorizadas que acreditan los consumos proyectados.
Este hecho de la acreditación de unos valores de demanda de calefacción tan bajos, unido a que el cálculo para cada edifico se realiza conforme al clima local (altitud, soleamiento, temperaturas exteriores, etc.) ha hecho que el estándar experimente un gran auge en los últimos años, habiendo llegado los primeros edificios de gran escala a España y a otros muchos países.
Un momento tras la entrega del galardón. De izquierda a derecha, Soraya Saez (Passivhaus Institut), Sara Velázquez (Varquitectos), Román Santos (Sukia), Germán Velázquez (Varquitectos), Alfredo Pozueta (Sukia) y Javier Flórez (Passivhaus Institut) .
Otro momento tras la entrega del premio. De izquierda a derecha, Wolfang Fëist, director del instituto Passivhaus; Sara Velázquez (Varquitectos), Román Santos (Sukia), Alfredo Pozueta (Sukia), Germán Velázquez (Varquitectos), y Carlos Guindos, director general de VISESA.