‘EL ARQUITECTO DE NUEVA YORK’ (España, 2015)
Dirección: Eva Vizcarra
Guión : Carmesina Franch, Ernest Sorrentino
Producción: Endora Producciones
Fotografía : David Molina
Música : Miquel Gil, Pedro Peiró, Javier Vercher.
Idioma : V.O. en castellano.
Duración : 75 min.
Presenta: Eva Vizcarra (directora del documental).
El documental, en cuya producción ha colaborado también el Colego Territorial de Arquitectos de Valencia, fue presentado al público en marzo de 2016 en esta misma ciudad. Un mes después fue emitido por el programa «Imprescindibles» de La 2 de TVE, aunque no en su versión original. Llega pues en mayo de 2016 a Pamplona, en nuestro 7º ciclo Arquitectura de Cine, en lo que es su siguiente pase tras su estreno.
Sinopsis: El arquitecto Rafael Guastavino Moreno (Valencia, 1842-Baltimore, 1908), es considerado uno de los arquitectos españoles más originales e influyentes en Estados Unidos, llegando a construir, con su empresa, R. Guastavino Company, más de mil edificios. En 1881 su esposa y sus tres hijos mayores se trasladaron a Argentina mientras que Guastavino, con cuarenta dólares y sin apenas saber inglés, embarcó con su hijo pequeño, Rafael, hacia Nueva York, hasta la isla de Ellis, que más tarde reformaría él mismo.
Los grandes incendios de las estructuras de madera tradicionales y la necesidad que tenía la arquitectura clasicista de grandes pero económicas y ligeras bóvedas le llevaron a proponer su “construcción cohesiva” gracias al uso del ladrillo, siguiendo la tradición de las bóvedas catalanas de varias roscas.
Colaboró con algunos de los mejores arquitectos de Estados Unidos como McKim y Mead & White, para quienes realizaría bóvedas en la Biblioteca Pública de Boston y en las universidades de Virginia y Columbia. Son bien conocidas las bóvedas de la Grand Central Terminal de Nueva York, en especial las del famoso Oyster Bar.
La exitosa empresa que fundó y que su hijo continuó hasta los años sesenta son responsables de edificios tan emblemáticos como el Carnegie Hall de Nueva York, la estación de metro City Hall, el edificio de la Reserva Federal o los techos del puente de Queensboro que une Queens con Manhattan.
Como muchos emigrantes de toda Europa, Guastavino fue en busca del sueño americano pero nadie podía imaginar que acabaría convirtiéndose, según su necrológica en el New York Times, en el “arquitecto de Nueva York”. La empresa cerró en 1962 tras haber sobrevivido a las muertes de padre e hijo.