Uno de los edificios más emblemáticos del Movimiento Moderno en Pamplona, ya cuenta en su entrada con la placa informativa del DoCoMoMo Ibérico en reconocimiento a su valor arquitectónico.
El acto, celebrado el pasado sábado, tuvo como protagonista a la presidenta del CSCAE, Marta Vall-llosera, de visita en Pamplona junto al resto del equipo de gobierno y consejeros de este órgano de representación de todos los colegios oficiales de arquitectos de España. Vall-llosera fue la encargada de colocar la placa junto al presidente del COAVN en Navarra, Josecho Vélaz, a quien acompañaron también el Decano del COAVN, Patxi Chocarro; el director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra, Carlos Naya; y el profesor José Manuel Pozo, experto en DoCoMoMo Ibérico, junto a Eduardo Domingo, Director de Desarrollo de la ETSA Universidad de Navarra. No faltaron tampoco a la cita el secretario del COAVN en Navarra, Roberto Erviti; y otros miembros de la Junta Directiva, así como colegiados como María Urmeneta, presidenta de la AVNAU (Asociación Vasco Navarra de Arquitectura y Urbanismo del COAVN) y Luis Tena, compañero y profesor de esta Escuela.
El edificio, construido en 1970 por el arquitecto donostiarra Rafael Echaide (1923-1995), fue el protagonista en esta ocasión de un acto cuyo objetivo era el de poner en valor las obras arquitectónicas más singulares en Navarra pertenecientes al Movimiento Moderno, con la colocación de una placa que supone una llamada de atención a una arquitectura que ‘a veces por cercana en el tiempo, no es lo suficientemente valorada’, en palabras del presidente de la delegación navarra del COAVN, Josecho Vélaz, entidad organizadora de este evento.
Tras el acto de colocación de la placa, que luce ya en un lateral de la entrada principal al edificio, los asistentes realizaron una visita guiada al interior el inmueble.
Se trata del tercer edificio de este campus universitario, después del de la Clínica y el de la Biblioteca, que cuenta con esta placa de reconocimiento. En el caso de Navarra, DOCOMOMO Ibérico tiene registrados 35 edificios, de los que, con el de Comedores Universitarios, ya son doce los edificios distinguidos con su placa.
La leyenda de las placas, en tamaño A·3 y realizada en corián blanco, recoge el nombre del edificio, su autoría, año de inicio y año de finalización de la obra, junto con el logo del CSCAE (Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España) y de la Fundación DoCoMoMo Ibérico.
Una apuesta firme por divulgar la cultura arquitectónica moderna
Marta Vall-llosera, presidenta del CSCAE, señaló que es la primera vez que se coloca una placa en presencia del CSCAE fuera de Madrid y que la colocación de esta placa representa ‘un premio a la permanencia por el valor arquitectónico del edificio’. Valoró la labor de DoCoMoMo por su función y recordó que ‘es deber de todos el darla a conocer y poderla proteger. Se están perdiendo obras muchas veces por falta de protección de los catálogos municipales’, una labor que compensa DoCoMoMo con un inventario de obras que alcanza las 1200 obras entre España y Portugal, de las que 30 están en Navarra.
Por su parte, Josecho Vélaz, que abrió el acto, quiso subrayar ‘la excelencia en la arquitectura del conjunto de los edificios de la Universidad de Navarra’ y destacó la ‘apuesta decidida’ del COAVN por ‘divulgar la cultura arquitectónica entre la ciudadanía y muy especialmente la del Movimiento Moderno (1925-1975), inexplicablemente denostada’.
‘Una de las joyas de la arquitectura española moderna’. Con estas palabras el profesor Jose Manuel Pozo destacó este edificio, recordando que la ampliación de las fechas iniciales marcadas por el DoCoMoMo había permitido hace unos años introducir este edificio. Pozo definió a Echaide como «un arquitecto discreto donde los haya, al que debemos recordar especialmente en el año en que se cumple el centenario de su nacimiento». Añadió que son diversas las razones que hacen de este edificio ‘una de los más representativos del DoCoMoMo en Navarra’. Recordó en este sentido que es una obra que supone el colofón del trabajo de Echaide antes de iniciar su labor como docente en la Universidad de Navarra. El edificio, ‘un espacio de descanso y relax para los estudiantes’ se caracteriza, añadió, sobre todo por sus comedores abiertos hacia el campus y el río con gran ventanales, sus alusiones a recursos industriales y por una ‘combinación exquisita’ de materiales.
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