La obra ‘Fullaondo y la revista Nueva forma. Aportaciones a la construcción de una cultura arquitectónica en España (1966-1975)’ escrita por Lucía C. Pérez Moreno y editada por el Museo Oteiza, en colaboración con la Delegación de Navarra del Colegio de Arquitectos Vasco Navarro y el Ayuntamiento de Egüés, que analiza la significación de esta publicación, así como su influencia en el pensamiento y la práctica arquitectónica de su época, será presentada por su autora el próximo jueves 28 de mayo en sede colegial.
Ante un panorama editorial aséptico, la revista de arte y arquitectura Nueva Forma, editada en Madrid entre 1966 y 1975, formó parte activa en la construcción de una cultura arquitectónica en España. Los textos de su director Juan Daniel Fullaondo, aspiraron a mediar en el decurso histórico con el firme convencimiento de que la crítica, como tal, cumple con una función tan real como el de las propias obras construidas.
Las cuatro “miradas” presentadas en la investigación ahondan en problemáticas culturales del momento, concernientes con la historiografía de la arquitectura, el eclecticismo teórico, la evolución de la crítica arquitectónica y la función propagandística de toda publicación. A ellas se suma un estudio previo que, de manera cronológica, presenta cuestiones relevantes en torno a la formación, estructura, protagonistas, particularidades e influencias de otras publicaciones, nacionales e internacionales, de la revista.
El primer capítulo aborda cómo se estaba organizando el pasado de la arquitectura española de los años veinte y treinta. Fullaondo mostró una “mirada contestaría” a lo escrito hasta la fecha que le llevó a cuestionar un acercamiento a la arquitectura exclusivamente disciplinar, reivindicar un arte para la cultura vasco-navarra en la historia moderna de la arquitectura española –ante la predominante bifocalidad castellano-catalana dibujada por otros autores como Carlos Flores u Oriol Bohigas- y rechazar las construcciones históricas basadas en una selección tendenciosa de obras afines a un lenguaje arquitectónico definido, en este caso el racionalista.
El segundo capítulo analiza cómo la arquitectura orgánica asentada en los ideales de Bruno Zevi tomó en sus manos una nueva dirección conscientemente conducida a dotar de soporte teórico a unas arquitecturas esencialmente dibujadas y ocasionalmente construidas. La construcción de una “década orgánica” en la arquitectura española de los años sesenta, es una rotunda ejemplificación de la “mirada operativa” omnipresente en la crítica de Fullaondo. Su acercamiento a obras, dibujos o figuras manifestaron una erudición inquieta por aspectos compositivos y formales, en unos años en los que otros veían en lo tecnológico, lo social o lo metodológico razón suficiente para crear una obra arquitectónica.
El tercer capítulo muestra la “mirada poliédrica” ofrecida en torno a la obra y el pensamiento de Jorge Oteiza. Fullaondo encontró en él una figura magistral, una paternidad para la aceptada orfandad de la cultura arquitectónica nacional. La condición de vasco-exiliado de Oteiza, su faceta de artista reflexivo, su trabajo interdisciplinar o su proyección internacional eran reflejo de una personalidad y una trayectoria profesional que aunaba rasgos y propósitos añorados en la propia crítica de Fullaondo. Oteiza fue blanco de reflexiones varias que permiten penetrar en cómo evolucionó la propia labor reflexiva del director de Nueva Forma.
Finalmente, una cuarta mirada, analiza la relación entre la revista con el panorama internacional. La escena francesa fue donde se encontraron ideales compartidos, esencialmente a través de la obra experimental de Claude Parent. La “mirada cruzada” entre el panorama francés y el español permitió a Fullaondo escribir en L´architecture d´aujord´hui y dar a conocer a una generación de jóvenes arquitectos españoles beligerantes e innovadores, con una labor equiparable a las tendencias internacionales, constatando así, la rápida evolución de la arquitectura nacional, alejada ya de la tradición local, bifocal y retardada ofrecida años atrás en la revista Zodiac y Werk.
La autora de esta publicación es Lucía C. Pérez Moreno, Arquitecto Master, profesora en la Escuela de Arquitectura de Zaragoza. Esta publicación surge de la beca “Itziar Carreño” otorgada el año 2009. Ha sido Tesis Doctoral presentada en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid y dirigida por María Teresa Muñoz.