MESA REDONDA: ‘ARQUITECTURA PARA LA EDUCACIÓN MUSICAL’ (Museo Oteiza. 6 noviembre 2014)

VÍDEO MESA REDONDA

Dentro de las actividades organizadas en torno a «The Best School in the World», el Museo Oteiza acoge en octubre y noviembre un ciclo de tres mesas redondas en torno al papel que juega la arquitectura en el mundo de la educación, a cargo de arquitectos, educadores y pedagogos.

La exposición sirve así como punto de partida para abrir un debate en torno a la función que la arquitectura realiza y debe realizar en el ámbito de los espacios educativos con el objeto de reflexionar sobre nuestra situación actual en el caso de Navarra y ofrecer una comparativa con el caso finlandés, pionero en estos ámbitos.

Las mesas abordan en cada caso un tramo o especialidad educativa:

Educación infantil (23/10)

Educación musical (6/11)

Educación escolar (20/11)

LUGAR: MUSEO OTEIZA

Presenta y modera: Javier Torrens Alzu, Vocal de Cultura del COAVN en Navarra.

HORA: DE 19:00 A 21:00 HORAS

AFORO LIMITADO (70 PERSONAS)


6 NOVIEMBRE: ARQUITECTURA PARA LA EDUCACIÓN MUSICAL

Ponentes:

Manuel Blasco Blanco (Blasco Esparza Arquitectos ). Arquitecto del equipo de rehabilitación del edificio Escuela de Música Joaquín Maya de Pamplona.

María Arratibel Aramburo. Directora Escuela Especial de Música Municipal Joaquín Maya de Pamplona.

Carmelo Fernández Militino (TYM Asociados) . Arquitecto del equipo autor edificios Ciudad de la Música de Navarra.

Julio Escauriaza de las Heras. Director del Conservatorio Superior de Música de Navarra.


 

La necesaria especificidad de los edificios ideados para la enseñanza de la música

Ayer celebramos la segunda de nuestras mesas redondas en torno a Arquitectura para la Educación, esta vez poniendo la mirada en la educación musical, con unos ponentes y un público especializado, en torno a 40 personas, que presentó sus propuestas y debatió a lo largo de dos horas y media una serie de cuestiones que pusieron de manifiesto que el aprendizaje de la música requiere de unos espacios altamente cualificados y específicos para desarrollar su labor en las condiciones necesarias

Manolo Blasco: ‘Tenemos que conseguir que la arquitectura se oiga y que la música se vea»

Intervino en primer lugar Manolo Blasco, arquitecto responsable de la rehabilitación de la Escuela Joaquín Maya de Pamplona, edificio ubicado en la calle General Chinchilla, quien expuso el curioso simil que debe guiar «en tiempo y espacio» entre las partituras musicales y los dibujos técnicos que representan a los edificios. Recordó que el inicio de las escuelas de música coincidió con el establecimiento de una enseñanza reglada para estudios, y explicó ampliamente el proyecto de rehabilitación que se había seguido en el edificio de Joaquín Maya, uno de los escasos inmuebles modernistas en Pamplona. Blasco insistió en la simbiosis de estas dos manifestaciones artísticas y abogó «por que la arquitectura se oiga y la música se vea. Ese fue mi objetivo par convertir este edificio en sede musical».

María Arratibel: «El edificio, como la música que enseñamos, conjuga pasado y presente»

María Arratibel, directora de este centro, no dudó en felicitar públicamente a Blasco»por la magnífica labor desarrollada con el acondicionamiento del edificio que, a nuestro juicio, permite una magnífica convivencia entre lo nuevo y lo antiguo, al igual que ocurre con la música que enseñamos. En nuestras aulas lo mismo se puede oir una canción renacentista que un tema de jazz de lo más puntero. El edificio también conjuga el pasado y el presente, con elementos conservados y otros actuales, lo que encaja perfectamente con el concepto que defendemos de enseñar música de diferentes estilos». Señaló también que la localización del edificio le permite estar en contacto con la ciudad. «Salimos a ver conciertos a Baluarte o a tocar al Civivox, lo que gusta mucho a nuestros alumnos. No nos importa en este sentido que el salón de actos no sea todo lo grande que nos hubiera gustado.

Carmelo Fernández Militino: «Quise hacer un edificio práctico y sensible a su función»

Carmelo Fernández Militino, coautor del proyecto de la Ciudad de la Música de Navarra, en Mendebaldea, que alberga los edificios de los conservatorios de grado profesional y superior, basó su intervención en hacer un recorrido por los detalles de su edificio, un gran contenedor musical con guiños a instrumentos musicales (teclas del piano en la fachada) y otros elementos musicales como el ritmo, reflejo «de una labor de intenso contacto con el profesorado. El edificio tenía que reunir unos requisitos prácticos necesarios sin dejar de reflejar la sensibilidad que rodea a toda enseñanza musical». El arquitecto se centró también en realizar un breve recorrido por los edificios que han albergado la enseñanza de la música hasta hoy en Pamplona, desde el inicial (1957) en la calle Aoiz, obra de García Mercadal, «el mejor conservatorio que tuvo España en aquel momento», pasando por el Palacio de Ezpeleta, en el Casco Viejo de Iruña, que albergó las enseñanzas musicales de grado medio y superior entre 2005 y 2012, hasta el nuevo edificio en Mendebaldea.

Julio Escauriaza: «El edificio es un privilegio»

Julio Escauriaza, director del Conservatorio Superior de Música en Navarra, señaló que el edificio «es un privilegio para quienes tienen la fortuna de estudiar en él». Estética, insonorización, funcionalidad, luminosidad, atención al entorno, disposición y cumplimiento de normativas son, a su juicio, los aspectos que deben tenerse en cuenta para desarrollar un edificio de estas características. No obstante, señaló que «los profesores somos quienes usamos el edificio pero no los clientes del arquitecto, lo que no dejó de suponer alguna dificultad a la hora de decidir cómo sería el edificio». Escauriaza señaló también el recorte de presupuesto que supusieron los años de crisis, y que afectó especialmente al mobiliario del centro. En sus años en la dirección, señaló que ha conocido las dos mudanzas de conservatorio desde la calle Aoiz hasta Mendebaldea y no obvió el largo período reivindicativo del centro, «en 1999 ya teniamos termitas en la calle Aoiz y aún tardamos varios años en poder salir de allí»,  hasta que consiguió hacerse con unas infraestructuras modernas como las que disfruta en la actualidad.

Un debate en voz alta

El debate posterior entre el público dió juego para abordar temas tan dispares como hasta qué punto las instalaciones determinan una buena enseñanza, el valor real de la educación al margen de otros condicionantes, el respeto del alumnado por las instalaciones en las que estudian, la importancia de educar en el respeto a los edificios, la reivindicación del uso del magníficio zaguán modernista de la escuela Joaquín Maya o la falta de medios económicos actuales para atender este tipo de dotaciones.

La cultura y el uso que se hace de ella fue otro de los puntos de interés, además del lugar que la música ocupa entre todas sus manifestaciones, «el vagón de cola», según matizó Manuel Blasco. Entre el público intervino también Franscisco Escudero, director del Conservatorio Profesional de San Sebastian, edificio que está en este momento en fase de obras, quien aseguró que sin la sensibilidad necesaria por parte de las administraciones, este tipo de intervenciones difícilmente consiguen generar siempre los resultados esperados.












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